Homenaje a Abdellah Djbilou



Homenaje a Abdellah Djbilou*
(Tetuán, 27 de Diciembre 2007)



Abdellah Djbilou, el hombre


Ruego un minuto de silencio en respeto a la persona de nuestro llorado amigo Abdellah Djbilou (Que en Paz descanse).
Mi agradecimiento más firme y serio va a nuestro querido Ahmed Mohamed Mgara, alma de este encuentro para recordar a uno de los hispanistas más ilustres de Marruecos.
Agradezco a Tetuán Asmir su apoyo para que podamos reunirnos en sus dependencias y a todos los que se hallan presentes para conmemorar la vida de uno de nuestros conciudadanos que ha sido llamado por Dios Todopoderoso.
Generalmente, los fines de año nos sirven para resumir nuestros trabajos, para recordar a los amigos con felicitaciones, con los deseos de mejorar nuestros rendimientos… Y sin quererlo, también estamos abocados a recordar a nuestros amigos y familiares idos. A aquellos que de una manera u otra han participado de lo mismo que nosotros a lo largo de años, y que por los destinos de cada uno, se han tenido que ir al más allá antes que nosotros… A todos ellos nuestro respeto y nuestro recuerdo más profundo. Por nuestra parte, estamos aquí reunidos para rendir nuestro humilde homenaje a un hombre ilustre que ha ofrecido su esfuerzo y su vida a la docencia, a la creación y a hacer el bien entre sus semejantes.
En esta jornada, que deseo literaria, de creación de mundos y ficciones, estoy seguro que nuestro querido y llorado Abdellah Djbilou estaría muy contento de participar… A él, dedico, personalmente, mi participación y mi recuerdo; a sus familiares mi deseo de que Dios Omnipotente les colme de paciencia y que puedan superar este difícil momento con esperanza en el futuro; porque nuestro llorado Abdellah ha dejado tras sí lo que toda su vida deseó tener: un hijo. En él, en este futuro cierto, podremos ver la continuación de la insigne labor de Abdellah.
Para que tengan una dimensión mental de la gran personalidad de Abdellah Djbilou, les recuerdo que ha sido profesor del Departamento de Lengua y Literatura Hispánicas y Jefe del mismo, de la Facultad de Letras de Tetuán, ha sido Vicedecano de esta Facultad, después fue nombrado Encargado de las relaciones Exteriores del Rectorado de la Universidad Abdelmalek Essaadi, profesor en Arabia Saudita, Universidad del Rey Saud, en RIAD; Vicedirector de la Escuela de Traductores Fahd, de Tánger y últimamente con cargo de traductor en una Embajada árabe (Emiratos Árabes Unidos) en Madrid. Por lo tanto estamos hablando de una grandísima personalidad que ha demostrado a lo largo de su vida profesional una formación sólida y densa, reconocida por todos los que lo han conocido.
Abdellah Djbilou ha sido Miembro de la Unión de Escritores de Marruecos y de la Asociación Internacional de Hispanistas; en ambas ha ofrecido su labor de investigador en su más alto grado…
La historia de las personas permite que haya encuentros y desencuentros, que trabajemos juntos y que nos tengamos que separar… Personalmente, he tenido una formación paralela con Abdellah Djbilou: la primera vez que me senté en un pupitre en una universidad, fue junto a él, en la Universidad de Rabat… Después nos fuimos, también juntos, a Madrid para la formación postgrado y trabajamos juntos a lo largo de muchos años, en la Facultad de Letras de Tetuán.
En cuanto a la producción de Abdellah Djbilou, que Dios tenga en su Santo Seno, quiero recordar que fue el primero de los nuevos hispanistas en publicar en España un libro; él tuvo la valentía de presentar su Diwan modernista, en 1989, en Madrid en la Editorial Taurus, y se lo aceptaron porque era un excelente trabajo de investigación…
Subrayo aquí la importancia que tiene que Djbilou también ha publicado trabajos en árabe, lengua que conocía a las mil maravillas…
Más tarde, se dedica a la antología, en mundo en el que Pedro Martínez Montávez dice que:

“El profesor Djbilou, asimismo, cuenta con una probada experiencia y competencia en la preparación de antologías. Es un campo en el que se mueve con una soltura y un gusto especiales, manifiestos”. (Prólogo del libro Tánger, puerta de África, 1989).

En un trabajo que he publicado en el Anuario del Instituto Cervantes que se publica en Madrid, escribí en el 2005, sobre nuestro llorado amigo lo siguiente:

“Lo importante es que a los tres años, Djbilou vuelve a publicar otro libro y también esta vez en España. Esta segunda intentona (con la publicación de Tánger, puerta de África, Madrid, 1989), que también se corona con éxito, anima a los hispanistas marroquíes a plantearse la posibilidad de lanzarse a la publicación de sus trabajos. El excelente antólogo marroquí “vuelve a las andadas” y, para hacer verdad el dicho de “no hay dos sin tres”, publica en España su Miradas desde la otra orilla. Una visión de España (Madrid, 1992). Es el espaldarazo final para que los que están al acecho se atrevan de una vez por todas (…). La cultura marroquí encuentra en Djbilou a un excelente transmisor de sus valores más significativos”.

Seguramente otros ponentes les hablarán de la densa producción literaria de Abdellah Djbilou, mi misión es dejar constancia del hombre que fue y de la gran labor desarrollada en la sociedad.
Por eso quiero recordar que este hombre, oriundo de un pueblecito cercano a Asilah, Had El Gharbía, ha conseguido abrirse camino en el espinoso mundo de la creación literaria utilizando sus conocimientos y su abnegación; su profunda convicción de alcanzar sus objetivos basándose en el trabajo, la investigación y la responsabilidad de dejar para la posteridad un rico caudal sobre las relaciones de Marruecos con sus vecinos más próximos, sirviéndose de los contactos del pasado y del presente, de las personas.
En un artículo que ha publicado uno de sus amigos españoles más cercanos, Fernando de Ágreda Burillo, con ocasión de la triste despedida de nuestro querido Abdellah, nos cuenta que uno de sus amigos madrileños ha dicho que:

“Era muy cariñoso con sus amigos y su risa siempre flotará en el aire de Madrid”.

Estoy seguro que esa perenne sonrisa de Abdellah, su fuerte risa de hombre alegre, nos acompañará a lo largo de nuestra vida, porque para los que lo hemos tratado de cerca, él sigue aquí, contando sus dulces anécdotas y poniendo atención a las que le narramos a él…
La creación de un libro es el pasaporte indiscutible, indestructible para ser eterno en la tierra… Abdellah Djbilou ha escrito un buen número, por lo que, de modo imperecedero, su espíritu estará con nosotros siempre, perpetuamente…
¡Hasta siempre, mi querido amigo!
¡Nuestras vivencias compartidas siempre estarán presentes en mi alma!
Que toda su familia encuentre en estas palabras nuestro aliento y nuestro deseo de bienestar.
A todos los que han hecho algo para recordar a este gran hombre, en esta triste ocasión, mi profundo agradecimiento.
Descanse en Paz nuestro querido e inolvidable amigo.


Trabajo elaborado por Mohamed Bouissef Rekab
* Este texto fue pronunciado por el dr. Mohamed Bouissef Rekab, profesor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Ceuta, la tarde del 27 de diciembre en la sede de la Asociación Tetuán Asmir con motivo del homenaje póstumo al malogrado Abdellah Djbilou.

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