Jacinto López Gorgé ha muerto.


Curiosa, ésta vida. Ayer celebrábamos en Tetuán la Fiesta del Sacrificio o del Cordero y, pese a la reunión familiar que teníamos en casa, aproveché un momento para abrir el ordenador y conectarme con Internet para ver si tenía algún correo. Lo tenía, y muy triste. Un familiar de Pepita, la mujer de Jacinto López Gorgé me anunciaba la muerte de Jacinto.
Confieso que dudé en la veracidad de la noticia… deseé que fuese creación de un bromista de mal gusto.
Contacté con varios amigos en la Península- confieso que se me olvidaron algunas y algunos nombres unidos a Jacinto, por lo desordenadas que tenía las ideas.
Don Jacinto López Gorgé, efectivamente, había fallecido el martes 9 de diciembre, sin previo aviso.
La poesía y el libro marroquíes están de luto. Los hispanistas marroquíes hemos perdido un símbolo.
Nuestro pésame a Pepita, su mujer, y al resto de la familia, amigos y escritores de España y Marruecos.
Descanse en paz el alma de Jacinto.
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Encarna León escribió en recuerdo de Jacinto López Gorgé

Ayer, día 8 de Diciembre, recordaba con bastante alegría el nacimiento de mi hija hace ya algunos años. Le comentaba que el día era hermoso en sus raíces (fiesta de La Inmaculada y Día de la Madre) pero resultó triste a causa de la lluvia. Llovía torrencialmente. Hoy, esta tarde del día 9, vuelve a llover, pero esta lluvia de otoño aunque es fina y sosegada es más triste aún, porque alguien se ha mezclado en ella para subir a los cielos y dejarnos. He aquí, la paradoja de la vida y de la muerte envuelta en una lluvia otoñal.
Acaban de darme la noticia del fallecimiento de un gran e inolvidable amigo, Jacinto López Gorgé, tan querido y recordado en nuestra ciudad por lazos familiares y de amistad, pero sobre todo por la labor literaria llevada a cabo durante los años cincuenta en Melilla y en el Protectorado Español.
Jacinto, alicantino de nacimiento (03-03-1925) vivió muchos años en nuestra ciudad donde ejerció la docencia y mantuvo una estrecha relación con escritores peninsulares y de Larache, Tánger y Tetuán, tanto españoles como marroquíes.
He escrito y hablado en varias ocasiones sobre el “Grupo Literario de Melilla de los años 50” que estuvo formado por Jacinto López Gorgé, Pío Gómez Nisa, Eladio Sos, Juan Guerrero Zamora y Miguel Fernández, que era el benjamín. Por desgracia, todos fallecidos. Jacinto era el superviviente del grupo y desde Madrid, donde residía desde 1970, trabajaba con entrega e ilusión por y para la Literatura. Poeta y crítico literario desde 1947 desarrolló una gran actividad en el mundo de las Letras. Viajero incansable llevó el nombre de Melilla por multitud de países y por casi toda la geografía española, hablando siempre del dinámico y fructífero Grupo Literario Melillense. En 1949 fundó y dirigió en Melilla, junto a su compañero Pío Gómez Nisa, la revista “Manantial” y en 1952 la colección de libros breves “Mirto y Laurel”. En 1953 dirigió en Tetuán “Ketama”, revista bilingüe (árabe-español). Fue crítico literario del diario “España” de Tánger y Director del Aula de Literatura del Ateneo de Madrid. Editó varios libros de poemas y algunas antologías relacionadas con el mundo marroquí (Dos de “Relatos Marroquíes” y otra “Marruecos en la Poesía Española Contemporánea”). Fue merecedor de premios y distinciones y poseía la Encomienda de la Orden de África.
Jacinto desde hacía un par de años, había tenido que abandonar gran parte de su intensa actividad literaria a causa de problemas de salud. Desde hace cuatro meses había dejado de andar y se conducía en silla de ruedas. Su esposa, Pepita, compañera infatigable de viajes y empresas literarias le ha estado acompañando siempre y, últimamente, con mayor entrega y cariño. Jacinto falleció a las dos de la madrugada del 9 de Diciembre de 2008. Una repetida neumonía se ha llevado a uno de los mejores sonetistas españoles. Mañana, día 10, será enterrado en Madrid a las cinco de la tarde.
Cuando finalizo esta nota me abruma un vacío inmenso. Os fuisteis todos, amigos, poco a poco para no hacer mucho ruido y que cada uno tuviera su sentido homenaje. Todos dejasteis huella en esta Melilla que presenció el dinamismo de vuestra juventud y arropó vuestras ilusiones, de vuestra mano entré en el mundo de la Literatura, disfruté de ella, de vuestras enseñanzas y de vuestra compañía y ahora, me ha quedado una gran orfandad.
Melilla, 9 de Diciembre de 2008-12-09
Encarna León

Comentarios

Creo que en ese Grupo Literario Melillense, habría que incluir un nombre: Antonio Peral del Valle.
Falleció en accidente de tráfico entre Melilla y Nador, a los 24 años: el 1 de junio de 1968.
Dejó artículos publicados en distintos medios, así como poemas.
Su temprana muerte no debe dejar su obra en el olvido.

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