Del libro "Zéjeles de las dos
orillas"
Sus
ojos, mis versos escarban,
sobre
rimas y sales se anclan.
Con
los dardos de sus ojos lindos
mis
lacrimales gritan rendidos
catando
sus sentires vendidos.
Vendió
su alma. Se la pagaban.
Sus
ojos, mis versos escarban
sobre
rimas y sales se anclan.
A
nadie nunca quiso por amor,
por
divertirse, causaba dolor;
no
le importaba vivir sin honor
Se
alegraba con lo que le daban.
Sus
ojos, mis versos escarban
sobre
rimas y sales se anclan.
Ahmed Mohamed Mgara
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