Del libro "Zéjeles de las dos
orillas"
MADRE
Con
caricias cantó una nana,
de
su mirada, mi luz emana.
Su
afecto dejó desparramado,
mi
lecho de cuna perfumado
con
tules y sedas adornado.
Es
mi luz y sol, cada mañana.
Con
caricias cantó una nana
de
su mirada, mi luz emana.
Se
desveló por mí, siendo niño,
tan
solo me daba su cariño.
La
quiero, con ella nunca riño.
Es
perla, diadema y corona.
Con
caricias cantó una nana,
de
su mirada, mi luz emana.
Ahmed Mohamed Mgara
Comentarios