Mohamed Chakor ¿fue el adiós?

                                                    Descansa en Paz, amigo Chakor.

Tal vez no sea este el momento adecuado para que yo pueda hablar de Mohamed Chakor, el humilde icono del hispanismo marroquí, el eterno defensor del humanismo hispano marroquí, el vigente hombre de paz y de amor que nunca dejó de extender llamadas al sufismo moral y a la moral popular.

Los que hemos compartido experiencias con Chakor, el amigo, el intelectual, el periodista, el hombre,… sabemos que hemos perdido a una persona que poseía una personalidad exclusiva, poco común. Peculiar en sus dádivas intelectuales, un pensador desde las entrañas que le podían caber en el alma. Un hombre con un sinfín de valores y de esencias.

 Hace poco estuve con él en su casa de Madrid, con la enfermedad visible en su cuerpo. Pero vi que estaba “bien amparado” por esa gran mujer que se olvidó de sí misma para cuidar  a su entrañable Chakor. Llegué a su casa hacia las seis y media de la tarde y, Amparo, el ángel de la guarda de Chakor, me colocó en la situación de salud de Chakor antes de invitarme a pasar. Al cabo de algún tiempo me quise retirar para dejar que el amigo Chakor descansara pero él no dejaba de decir y repetir: “No te vayas aún, deja que disfrute de ti y de Tetuán”.

 Pero Chakor nunca deseó estar en ningún paraninfo, ni resaltar en un estrado, ni encaramarse sobre un púlpito, ni pensar en recibir metales de reconocimiento predestinados al óxido y al olvido. A Chakor le bastaba con tener la mano tendida a quien la pudiera necesitar, le bastaba ser camino para quienes pretendían emprender en la cultura del amor y de la paz, le era suficiente estar a disposición de los demás… sin esperar, nunca, nada a cambio.
Chakor se fue a mejor vida peo nos deja un ejemplo de lo que debe ser “una persona”. Nos deja cierta luz que brota de los eclipses, nos deja las olas de la mar que le blanco a las burbujas y el azul a la mar, nos deja un hueco –muy vacío- que suele dejar un amigo de grandes vuelos.
Descanse en Paz, el alma noble de hombre noble.

                                                         ¿Fue el adiós…?

 El sábado por la noche no pude conciliar el sueño, mis oídos estaban pendientes del despertador que me tenía que recordar que a las cinco de la mañana dominical me tenía que levantar para emprender viaje hacia Rabat.
El amigo de décadas luz, Mohamed Chakor me esperaba en esa ciudad para darnos el último adiós terrenal.
Chakor falleció el viernes pasado en Madrid y, como fiel amigo, tenía que estar ahí, disuelto entre la multitud rabatí., compartiendo –muy en silencio- esa fidelidad y fraternidad que compartimos desde que nos conocimos, sin condición.


 El Cementerio de Los Mártires acogería a un tetuaní con vocación universal por su humanismo confesional. Chokor iba a ver su cuerpo descansar cerca de ilustres personajes de la historia nacional, escritores, poetas, pensadores, ulemas, periodistas, políticos… muy cerca de la sombra de un faro que anuncia la cercanía al Océano.
Muchas emociones, recuerdos que se entrecruzaban casi sin sentido; fechas de encuentros y de reencuentros se hicieron bien presentes en un largo viaje de cinco horas en un autocar repleto de personas y ruidos, con decenas de teléfonos celulares emitiendo musiquitas y ruidos que llenaban el ambiente de confusión y nervios.

 Al llegar a Rabat me recogió el amigo Abdeslam Medina y, con su amabilidad de siempre, me llevó en su coche de un sitio para otro durante mi estancia en Rabat, agasajándome con su señor, Charifa Dahruch, en cada instante con sus detalles amistosos.
  Me esperaba ver a muchos de los amigos que poseía el difunto Chakor. Los compañeros de prensa, los escritores, los hispanistas…pero me sobró la mitad de los dedos de una mano para contar. Muchos no podían venir desde España, se entiende; otros no pudieron acercarse de otras ciudades marroquíes, también se entiende; otros, estando en Rabat, tampoco estuvieron, lo que, también, se entiende; Estuvimos los que pudimos y quisimos dar ese ultimo adiós terrenal.
Mohamed Chakor nos dejó.
Mohamed Chakor nos legó una gran obra, parte de ella está por publicar.
Descanse en la Paz de Dios, el alma de sidi Mohamed. Amigos para siempre.

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